"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









sábado, 18 de febrero de 2023

VERMEER EN EL RIJKSMUSEUM - ÁMSTERDAM



He asistido en Ámsterdam a esta exposición de Vermeer, -única hasta el momento sobre el pintor- y todavía me cuesta un poco creer que, de verdad, he podido ir porque ya, a la semana de haberla inaugurado, oí  en la radio que, para esos días en los que yo podía ir, ya no quedaban entradas y eso que habían ampliado en varias horas el horario de visitas. 
A veces, no se sabe por qué las cosas no salen poniendo todos los medios y otras sí, y gracias a que esta vez sí han salido, pude ir a ver esta exposición que, en principio, era algo, casi, casi, imposible  porque, que yo estuviera  en forma y que Santiago estuviera libre y que le apeteciera venir a Ámsterdam eran tres factores determinantes para encajar. Afortunadamente, no tenía nada previsto esos días y como es un gran amante del arte, me dijo que sí y, ¡qué felicidad la mía!No es  esta la primera vez que vamos juntos a una exposición que a los dos nos gusta sin importar que tengamos que desplazarnos.
Pero las "dificultades" no acabaron aquí porque llegamos y no teníamos entradas. Sin embargo, por un toque de magia, Santiago encontró dos entradas en no sé que web y pudimos ir a verla. Fue fantástico. Las entradas eran nocturnas, el museo estaba cerrado y en esa franja horaria tampoco había demasiada gente en las salas por lo que pudimos observar los cuadros con detalle todo el tiempo que quisimos dentro de los límites de la cortesía. ¡Qué bonitos cuadros y qué maestría con los colores y con la luz la de Vermeer! Una maravilla.





Por la mañana  del día de la visita a la exposición, pudimos visitar el Rijksmuseun. Otro sueño hecho realidad para mí. El edificio de este museo es bonito, grande y cálido a la vez, con mucha luz  natural, especialmente en el hall de entrada. De entre todo lo que vi, voy a destacar los Rembrants. Estos se van sumando a la lista  de cuadros de este autor que he visto en  varios museos:  en el Museo de Israel, en el Hermitage de San Petersburgo, en  el Prado o en el Thyssen, en la National Gallery, en el Metropolitano de Nueva York, ...no sé si he visto alguno más. Me gusta bastante este pintor y fue igualmente emocionante verlos en su museo.
Además del  Rijksmuseun, visitamos el Moco, no vale mucho. Es un "museo" con más reclamo publicitario que calidad de sus piezas. 

Además de arte, también hicimos turismo y, gracias a que Santiago conocía bien Ámsterdam, pudimos movernos a pie y disfrutar de esta ciudad tan particular: mirar los canales desde los puentes, pasear por sus calles y plazas, (teniendo especial cuidado con las cientos de bicicletas que van rapidísimo y no paran, van sin frenos ), por el mercado de las flores, comer las croquetas típicas, el arenque ahumado, un cucurucho de patatas fritas y varios dulces como los stroopwafels, o la tarta de manzana con nata en Winkel. ¡ qué rica! Yo llevaba una lista con los sitios a los que teníamos que ir para degustar lo más típico de la ciudad, pero no hizo mucha falta porque, cuando ya nos acercábamos al sitio, veíamos una larga cola fuera, en la acera, lo que nos indicaba que era allí y no en otro lugar donde estaba de entre lo bueno, lo mejor y, las colas no eran solo de turistas. Supimos que se hacían  tantas colas porque varias confiterías cerraban cuando se les acababan los dulces independientemente de la hora que fuera, y así, hasta el día siguiente. 
Es extraordinario en ritmo de esta ciudad, su vida hacia fuera estando dentro, los colores de sus estrechos edificios, sus barrios de vidas diferentes dependiendo de la hora del día, ...



Todo esto para decir que, este primer viaje al extranjero, después de no haber podido salir de casa  en varios meses, ha sido algo maravilloso y doy las gracias a mi amigo Santiago por haberlo hecho realidad. Grand merci. 
Amsterdan del 17 al 20 de febrero 2023.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias, Covadonga por escribir sobre nuestra "escapade a Ámsterdam. Me encanta. ¡Cuánto detalle! Increíble que te acuerdes de hasta la luminosidad de los museos. Sigue escribiendo que te sale muy bien. Un abrazo muy fuerte.