À Mª Carmen R. G., in memoriam.
«… Aunque ya nada pueda devolver
la hora del esplendor en la hierba
ni la gloria en las flores,
no debemos afligirnos porque
la belleza siempre subsiste en el recuerdo.»
À Mª Carmen R. G., in memoriam.
«… Aunque ya nada pueda devolver
la hora del esplendor en la hierba
ni la gloria en las flores,
no debemos afligirnos porque
la belleza siempre subsiste en el recuerdo.»
Los libros que he leído este verano no tienen una razón previa, he leído así y casi de casualidad.
El primer libro lo compré en París; era el libro que quería comprar porque la traducción en español está en las librerías con buena crítica. Encontré solo en edición de bolsillo de Proust, roman familial de Laure Murat que ha ganado el Prix Médicis essai, 2023 y el Prix Jean-d' Ormesson, 2024. Tal y como dice el título, la autora habla de Proust y de la relación del gran escritor con su familia, con ella y, ella con su familia. Después de leer este libro pensé en leer completa À la recherche du temps perdu que lo tengo en la Bibliothèque de la Pléiade desde hace un tiempo. De À la recherche..., leí hace mucho Du côté de chez Swann, pero si me decido a leer a Proust, lo volveré a leer todo, pero tengo que buscar el momento.
El segundo libro es un libro que me toca en lo personal y es el que ha escrito Fernando Donaire Martín sobre fray Juan de la Cruz, fundador de los carmelitas. A Fernando lo conocí en el viaje a Tierra Santa en el verano de 2023 y hace unos meses, en febrero, lo encontré en la calle de casualidad, lo reconocí por la voz. ¡No nos lo podíamos creer! Al cabo de unos meses, nos escribió anunciándonos que había escrito y publicado un libro: San Juan de la Cruz al natural, y ha estado muy ocupado con su presentación, incluso en la Feria del libro de Madrid. A mí, tuvo la cortesía de mandármelo con una dedicatoria muy amable y un marcapáginas precioso. Todo, en el libro, está muy pensado y con gran delicadeza elegido como es el caso de la portada que la hicieron The Exvotos. Este libro, me permito decir que, es muy personal, una recopilación de los documentos y notas que Fernando ha ido recogiendo desde hace tiempo y ha elaborado, con esmerado cuidado, este bonito libro. Mi libro ahora tiene bastantes subrayados y llamadas, quiero poder encontrar fácilmente frases, textos y citas, que con tanto acierto ha ido colocando en las diferentes páginas porque, al leer este libro se aprenden muchas cosas y no dejas de pensar. Quiero destacar tambien que, al final del libro, hay una obra de teatro que me ha encantado.
Luego, y por casualidad, uno de los días en los que fui a la librería, cayó sobre mis ojos El Cantar de los Cantares de Guido Ceronetti. Lo compré por el tema y por el eco que me hacía este título con el que acaba de leer de S. Juan. Es un libro muy interesante, con el que aprendí mucho ya que, me di cuenta de que sabía menos sobre el tema de lo que me imaginaba y que esté libro no es un ensayo divulgativo.
El siguiente, fue este breve ensayo de Marc Fumaroli, La educación de la libertad que es el texto de la conferencia que dio Fumaroli para el Nexus Institut, en noviembre de 2006. En ella analiza las consecuencias de la marginación del estudio de los clásicos en la era de la hegemonía de las tecnologías de la comunicación. Muy interesante y estoy de acuerdo con lo que dice el autor.
Esto es todo lo que han dado de sí, a lo que lecturas se refiere, estos días de verano. Esta vez solo he leído una novela El hereje.
Ahora ya empieza la nueva estación y, con ella, los nuevos libros, las nuevas lecturas.
PRIX MÉDICIS ESSAI 2023.
PRIX JEAN D'ORMESSON 2024
Charles Robert Redford Jr. (Santa Mónica, California, 18 de agosto de 1936-Provo, Utah, 16 de septiembre de 2025) fue un actor y director de cine estadounidense, mito del séptimo arte y gran impulsor del cine independiente, (Festival de Sundance), el ecologismo, activista de distintas causas sociales y ambientalistas. Fue una de las últimas estrellas del Hollywood clásico.
Si bien en el principio de su carrera, su atractivo hizo que se le ofrecieran sobre todo papeles de galán seductor, no tardó en demostrar que era un gran actor, capaz de asumir todo tipo de roles. Más tarde se convirtió en un director de éxito.
Charles Robert Redford Jr. nació en California. Su padre era contable y su madre ama de casa. Tenía ascendencia irlandesa y escocesa. Él mismo ha reconocido que fue un adolescente difícil, muy mal estudiante e interesado, sobre todo, en los deportes y el arte. A pesar de esto, consiguió graduarse de secundaria.
Asistió durante un año y medio a la Universidad de Boulder, en Colorado, pero fue expulsado. Pasó viajando por Europa, visitando Francia, España e Italia.
Después, regresó a Estados Unidos, asentándose en Nueva York, donde, a la vez que subsistía con empleos eventuales, tomó clases de pintura y arte dramático. Poco a poco, se hizo una presencia habitual en las obras de Broadway. Su mayor éxito sería Descalzos en el parque, en 1963; que también protagonizaría en su adaptación al cine, cuatro años más tarde. También obtuvo pequeños papeles en telefilmes y series de televisión.
Debutó en la gran pantalla en 1960 con Me casaré contigo, donde coincidió con unos jóvenes Anthony Perkins y Jane Fonda, de la que fue íntimo amigo. Tras algunos roles menores, dos películas le otorgaron pronto el estatus de estrella en ciernes: Propiedad condenada (1966), que fue su primera película con el director Sidney Pollack, el inicio de una larga asociación profesional, y sobre todo, ese mismo año, La jauría humana, en la que interpretaba a un fugitivo.
Tres años más tarde, se consagraría definitivamente con el western Dos hombres y un destino (1969), junto a Paul Newman.
Redford sería el protagonista de muchas de las producciones más míticas del Nuevo Hollywood de los 70. Así, por ejemplo, habría que citar el magnífico western Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972); el drama romántico Tal como éramos (1973), su reencuentro con su buen amigo Paul Newman en El Golpe (1973), que sigue siendo una de las 20 películas más taquilleras de la historia y por la que obtuvo además su única nominación al Oscar a Mejor Actor; El gran Gastby (1974); el thriller de espionaje Los tres días del cóndor (1975); y la reconstrucción del escándalo Watergate, Todos los hombres del presidente (1976).
Cerró esta gran década con el excelente drama carcelario Brubaker (1980) y con su debut en la dirección, aquel mismo año, con Gente corriente, que ganó cuatro Oscars, incluido el de Mejor Director para Redford, y Mejor Película.
A lo largo de los 80, Redford espació sus apariciones en el cine, aunque siguió teniendo grandes éxitos. Destacan sus colaboraciones con Pollack, Memorias de África (1985), maravillosa adaptación de las memorias de Isak Dinesen; o Habana (1990).
En los 90, dirigió algunas de sus mejores películas, como El río de la vida (1992) o Quiz Show (1994). También participó en algunos de los taquillazos de la época, como Una proposición indecente (1993), el drama romántico Íntimo y personal (1996) o El hombre que susurraba a los caballos (1998).
En el nuevo milenio, habría que recordar su aparición en Juego de espías (2001), Un paseo por el bosque (2015) o Capitán América: El soldado de invierno (2014).
En esta etapa final de su distinguida carrera hubo dos papeles de una especial intensidad, que mostraron el talento de Redford. Realizó una impresionante actuación, prácticamente sin diálogos, en Cuando todo está perdido (2013). Con su conmovedora interpretación de un anciano ladrón de bancos en The Old Man & The Gun (2018) anunció su retiro definitivo del cine.
Redford ha sido igualmente uno de los grandes mecenas e impulsores del cine independiente norteamericano. En 1963, había adquirido un rancho y una zona de esquí en Utah, que rebautizó como Sundance (en honor de su personaje en Dos hombres y un destino, Sundance Kid). Allí fundó el Festival del cine en 1978, que no tardaría en convertirse en la meca del cine independiente, donde arrancó la triunfante carrera de cineastas como los Hermanos Coen, Sofia Coppola o Quentin Tarantino.
Era el propietario del Canal Sundance, especializado en cine de autor. También produjo diversas películas, como el biopic de la juventud del Ché Guevara Diarios de motocicleta y la serie de televisión Dark Winds. Precisamente, su última aparición en la pantalla fue un cameo en esta serie, acompañado del escritor George R.R. Martin.
Así comienza una de las historias más grandes y telúricas de William Shakespeare, la última en cronología y madurez que ha llegado hasta nuestros días. La isla será el escenario de bufones, reyes, marineros, enamorados, nobles y borrachos, rodeados de personajes que solo viven en la ficción mientras ésta se convierte en realidad en el teatro.
À Rita G.R. in memoriam.
Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre.
Con un vestido blanco trazaré cada una de sus letras por las
colegio, por el pasillo de la casa más antigua. Para
recordar mi origen cada vez que yo viva.
En todos los lugares podré besar sus mejillas limpias de
cristal, aunque ella duerma lejos:
sus mejillas cercanas que me dolerán allá donde acaricie
su nombre escrito.
Tantos días, tantas noches habrá de alimentarme
amorosamente con su parábola descalza;
vendrá mi madre a arroparme, mujer de humo, con los ojos
tiritando de suerte,
y en cada sueño mis apellidos dolerán como un cartel de
bienvenida a un hogar diferente.
Sobre mi cabello, rubio como el de mi madre, la corona que
me ciño como hija primogénita de Dinamarca.
Me llamaré Vacía, en honor a mis muertos; miraré cómo
retozan de acrílico las palmas de mis manos, sangrará
mi lengua a disposición de mis muertos.
Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre para quien
quiera escucharlo, y escribiré que bendigo este medio
corazón en huelga mío, pues no olvido:
nací para llorar la muerte de otros.
D. Quijote de la Mancha.